Corto: EL ANGUSTIOSO PROBLEMA DE LA VIVIENDA

Que no os cuenten historias estos charlatanes de la Política, a estas horas del año 2024, cuando no se resuelven los problemas fundamentales, a saber, lo básico para la vida: comer, beber, la vivienda (con electricidad y agua corriente) que sea asequible para todos y trabajo digno. En manos de especuladores y mercaderes, esto que llaman “estado de bienestar” tanto los “progres” como los «conservadores», en connivencia, a pesar de que parecen políticos antagónicos, abandonan a su suerte a los ciudadanos, en un absurdo circo burocrático que ni el dinero puede subsanar ya en la mayoría de casos.

¿»Progres» en qué sentido? Y los conservadores ¿Qué quieren conservar? Ambas partes (obsoletas ideológicamente) siguen en el escaparate de Moncloa «haciendo como que hacen», como siempre actúan estos benditos, agazapados y esperando la oportunidad del error verbal contrario. Pero en realidad, no conocen la telaraña burocrática de los despachos hasta que algún secretario les informa -como le pasó a Pablo Iglesias, que le dijeron los funcionarios sobre los desahucios: “¿A dónde vas Alfonso XII?”-. Errores a diario, las disculpas se pueden contar con una mano, y ya llevamos 45 años siendo los ricos más ricos que nunca y los pobres más pobres que nunca. ¿Por qué no nos plantamos? ¿Por qué no exigimos que se nos consulte los temas generales e importantes al menos? Estos políticos son capaces de meternos en una guerra como ya hicieron en el 36, y nosotros a tragar.

En esta ocasión analicemos, sin profundizar demasiado, el problema de la vivienda, problema que afecta a millones de españoles y, por extensión, a millones de personas de Occidente. Resulta que en las grandes ciudades, ya no una vivienda de reciente construcción, sino de cualquier época, resulta inalcanzable para la gente corriente, con el pretexto del Turismo. Y también los alquileres superan ya los salarios, con la particularidad de que esta nueva “fiebre de encarecimiento de la vivienda” se traslada también a poblaciones pequeñas, siempre y cuando ofrezcan dicho “interés turístico”, siempre que quepa la especulación y el negocio. Claro, no queda Industria de ningún tipo a la que echar mano, pues queda el Turismo en todas sus variables hasta que se les ocurra otro mercadeo.

Pero si alguien pensaba que el actual gobierno (y el anterior) piensa mejorar la situación con leyes y/o regulaciones, se equivoca, pues lo que está haciendo actualmente es favorecer a los monopolios legales y mafias no tan legales, que se esconden tras el negocio del Turismo, que son los que especulan y han dejado sin sentido a la sociedad en cuanto al acceso a la vivienda. Quieren los políticos quedarse tu propiedad amparándose en leyes como la de Costas, por ejemplo, de manera que no se conforman con impedir el acceso, pues no construyen nuevas de Protección Oficial (¿para qué?), sino que han inventado una nueva “desamortización”, esta vez ciudadana, para administrar los políticos las propiedades privadas, los bienes inmuebles de los españoles (los muebles ya sangran con el impuesto de sucesiones, que también afecta a los inmuebles).

Otra medida que se ha anunciado desde el Ministerio de la Vivienda se dirige a los pequeños propietarios particulares que arrendan a terceros. Se pretende obligarlos a que alquilen a un precio «controlado» o pueden hasta perder dicha propiedad si no cumplen las condiciones de las nuevas medidas. Hablamos (según palabras de la Ministra el día 13 de Abril del 2024) de un 95 % de los alquileres en España, hablamos de la posibilidad de que el Estado pueda expropiar porque sí. Son las medidas “sancionadoras”, que son las únicas aplicadas en estos últimos 45 años para todo. Y eso de que son el 95 % de las viviendas alquiladas en España, permítanme que me ría, pues solamente el Banco Sabadell reúne más del 5 % de las viviendas (aunque haya tenido que crear S.A. y S.L. paralelas para enmascarar el monopolio inmobiliario). No hay duda de que estamos a una esquina de “revertir” la propiedad privada. Y ya no hablemos de defenderla, pues en los tribunales resulta ya más valiosa la vida de un asaltante que la del asaltado. Pero ese es otro tema.

¿Qué más se les puede ocurrir a estos psicópatas y sociópatas de políticos y funcionarios para enrevesar más la cosa en la cuestión de la vivienda? Pues ahora incumplen la ley constitucional por la que todo español tiene la libertad de circular por el país, sin discriminación de sexo, raza ni condición. Hasta ahora (y me consta de ello), el empadronamiento era un simple registro municipal VOLUNTARIO, principalmente para cumplir con el censo. Era informativo. Pues ahora ya no. Ahora se ha condicionado hasta dicho derecho a circular y un funcionario puede pedirte, si vives en régimen de alquiler, un “permiso del propietario de la vivienda” o no te empadronas. Lo que pone en el DNI ya no sirve. Claro, si al dueño le apetece complicarte la vida (como me ha ocurrido a mi), porque quiere subirte el alquiler, pues no te puedes empadronar, no puedes votar, no puedes renovarte ninguna documentación, eres un ilegal. Puedes tener un contrato de arrendamiento en regla y ser ilegal al mismo tiempo. Surrealismo.

Seguramente a alguno de estos lumbreras que aplican la nueva normativa, te diga que es para que los okupas tengan más dificultades… Pero no, la razón es que simplemente resulta el pretexto para seguir apretando la cuerda del cuello de los españoles, ya que al okupa no le preocupa en absoluto su estado legal ni reconocimiento por la burocracia. Le importa una mierda cualquier documento, ya que los servicios sociales se encargarán de ello y gratis. Y en verdad, eso pretende el gobierno actual: que todos nos convirtamos en okupas y que dependamos de los servicios sociales, clasificándonos ellos como si fuésemos extranjeros en nuestro propio país y aunque tengamos un trabajo bien remunerado.

En Madrid, Barcelona, Ibiza, Palma de Mallorca, Málaga, Valencia, Sevilla, y casi todas las ciudades españolas, miles de personas con trabajos bien remunerados malviven en sus coches o tienen que compartir vivienda a la fuerza, por culpa de la mala política de Vivienda y Económica en general de todos los gobiernos, cuando simplemente deberían de hacer lo que hizo Franco: construir 400.000 viviendas para los españoles, y que se puedan pagar en 10 años. Eso terminaría con las mafias inmobiliarias y con los políticos que se benefician de ellas. Pero en los últimos 45 años apenas se han construido 40.000 viviendas y se las adjudicaron los mismos funcionarios del estado, que las revendieron para hacer negocio. Pero Franco era el “coco”, el fascista, cuando los números nos cuentan otra cosa.

Estamos obligados a mirar nuestra historia para comprobar si vivimos actualmente mejor que antes, se llame el de antes Franco o República o Rey fulano. En cuanto a la vivienda, ya os aseguro que nunca España ha vivido peor. Ni siquiera en la Edad Media se pagaban tantos impuestos. Mi bisabuelo cobraba 2,5 pts de plata a la semana en 1895, y compró y pagó en 10 años un edificio de 3 plantas y mantuvo a una mujer con cinco hijos en pleno centro de una gran ciudad. Se podía comprar una vivienda por 600 pts. en La Castellana de Madrid, por ejemplo. Hemos llegado a un punto que ni siquiera un particular puede construirse la vivienda él mismo, por las trabas burocráticas y porque un ladrillo ya cuesta 0,87 cts. (hace un par de años costaba menos de 0,20 cts.)

Solemos echarle la culpa al prójimo de los problemas sociales, pero hay que ser justos y reconocer que vivir en estado de esclavitud y controlados, solamente nos lleva a luchar en una dirección todos: contra los dirigentes, contra los legisladores, contra los dominadores, para conseguir ser libres. Repetimos la represión y censura de una posguerra sin sufrirla. Estos legisladores intentan por todos sus medios hacernos creer que la mitad de un país tiene la culpa de lo que le ocurre a la otra mitad, ese es su modus operandi, cuando la culpa es del que controla y legisla.

Si comparamos el estado de bienestar, libertad y de respeto a los Derechos Humanos en España entre el año 1980 y en 2024, comprobaremos con pavor que, para la ONU, España era en 1980 uno de los diez mejores países del mundo, y ahora, a pesar de la propaganda de apertura a la inmigración africana, no somos ni la 30ª nación en Derechos Humanos, por la sencilla razón de que cada derecho ganado por un extranjero, ha significado el condicionamiento de cinco derechos y pasando a prohibiciones para un español. Prácticamente todo está prohibido y condicionado en España para un español, en una época cuando más impuestos se pagan de toda su Historia. Eso sí, podemos pagar una vivienda en 50 años, tiempo en que un esclavo del Imperio Romano podía solicitar la libertad a su dueño hace dos mil años. No hemos progresado demasiado, a pesar de vivir en tiempo «progre».

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