El equipo de www.qvo.es ofrece su más sentido pésame por las víctimas del COVID-19 a las familias, por eso muestra desde el inicio de esta terrible Pandemia un lazo negro en todos sus post.
En la plataforma multimedia británica Money, propiedad de un grupo inmobiliario, se dedican principalmente a comparar los precios de los productos financieros, y están en activo desde el año 2008. Su experiencia financiera en la comparación de precios por todo el mundo, animó al equipo de expertos a reunirse para decidir qué países eran los “ideales” para vivir, teniendo en cuenta los factores más “optimistas” para convertirlos en lugares “saludables”, factores como pueden ser la contaminación, alimentación, longevidad, cantidad de lugares culturales y de ocio, etc. También dedicaron su experiencia para elaborar una lista de “mejores ciudades del mundo para vivir”, siguiendo comparativas similares y más exigentes.
En este año 2022, la lista de veinte “países saludables”, y siguiendo los dichos parámetros exigentes de estos expertos, dejan fuera a España y a Reino Unido, países que solían entrar aunque estuviesen mal colocados. Seguramente el factor financiero y la relativa hostilidad de los habitantes con la Pandemia, ha primado en ambos casos. En los primeros puestos encontramos: 1 Japón, 2 Suiza, 3 Cuba, 4 Eslovenia y 5 Armenia. Como podemos comprobar, no solamente se ha valorado lo puramente financiero, sino la calidad de vida, la hospitalidad y las ganas de vivir de sus residentes.
Pero es a la hora de seleccionar las “20 ciudades más saludables del mundo” cuando España obtiene una amplia representación y en las mejores posiciones. Encontramos a Barcelona en el puesto 17, una ciudad que debe mejorar en muchos aspectos y recuperar esa imagen cosmopolita que ha perdido en estos últimos años, pues siempre se consideró de las 10 mejores ciudades del mundo para vivir. Sobre todo el factor financiero debe recuperarse, ese motor de la economía española y que siempre ha proporcionado dinamismo a la empresa española en general. Tampoco gusta el “clima de disturbios” que se han vivido antes de la Pandemia y que no gustó al turista.
Encontrarla en el puesto 17 del mundo es porque Barcelona conserva todavía su espíritu, y no se debe permitir que salga de esta lista, sino que recupere su lugar correspondiente. CNN y The New York Times recomiendan cambiar de “destino preferente” en España a Valencia, cuando de siempre fue Barcelona la elegida, y eso no es buen síntoma para la Ciudad Condal.
En el puesto 2 de la lista encontramos a Madrid, y quizás no es primera porque no se ha conseguido eliminar el nivel de contaminación suficiente, aunque su área metropolitana es de las menos contaminantes de las que superan los 6 millones de habitantes. Madrid procura ser el “termómetro” de España en cuanto a la economía, cultura y nivel de vida. Sus residentes asumen que son “capital” y procuran ser hospitalarios, bien vestidos, ordenados y compiten deportivamente en todos los aspectos de la vida para ser felices y longevos. Su ciudad está bien comunicada, buena sanidad, existen bellas zonas verdes y un pulmón, El Retiro, que es el orgullo de los madrileños.
Pero existen dos factores, como mínimo, donde Madrid no puede competir con la ganadora de esta lista británica. A saber, el clima y la contaminación. Valencia ha sido elegida, por segundo año consecutivo, como mejor ciudad del mundo para vivir del 2022. Probablemente los expertos fueron a Valencia y se sentaron en algún buen restaurante con terraza. Probaron una exquisita paella en un maravilloso día de primavera, con el aroma del azahar y jazmín, aroma inolvidable para el que visita dicha ciudad en ciertas fechas, con los valencianos y valencianas exquisitamente vestidos, casi como de gala aunque sea de diario, en un ambiente dinámico y para nada perturbador. Se valoró ese equilibrio valenciano entre el trabajo y el «resto de la jornada».
Luego ven que la ciudad posee más de 40 museos, y que dedican a las artes y las ciencias uno de los complejos arquitectónicos más fascinante y moderno del mundo. Tampoco olvidan el Turismo, la Restauración y los Transportes, con un Aeropuerto Internacional que conecta vuelos directos y diarios con las principales capitales europeas. También hay muchas zonas verdes en la ciudad y su índice de contaminación es permisible. La longevidad está establecida en los 83,5 años de media, de las más altas de Europa. En cuanto al ocio, se celebran conciertos de todo tipo en directo, existen numerosas salas de exposiciones y sus Fiestas de las Fallas están declaradas como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Cuando este grupo británico de expertos nos cuenta en su blog: “Boasting possibly the best paella in the world and some glorious weather” (Con posiblemente la mejor paella del mundo y un clima glorioso), notamos esa sensación de “ya estoy aquí” que todos los visitantes a esta ciudad experimentan, de encontrarse como en su casa. Y lo de “posiblemente” es una aproximación por no comprobarlo, ya que casi todos los años alguna rodalía de Valencia obtiene el premio de “Mejor Paella del Mundo”, en su concurso oficial. Quizás porque fue en Valencia donde surgió este famoso plato tenga algo que ver. Pero no solamente es la dieta mediterránea, también Patrimonio de la Humanidad, sino lo que significa la ceremonia de servir y comer una paella, todos alrededor de ésta, una tradición de siglos y que ha convertido a los valencianos en uno de los pueblos más hospitalarios, conocidos y visitados del Planeta.