La Guitarra Española es el instrumento de música más universal. Si el Piano no fuese tan difícil de trasladar ni tan costoso, quizás éste sería el más utilizado. La Guitarra tiene su Historia, siguió una evolución, y podemos conocer a los mejores artesanos, compositores e intérpretes que le han ido dando su forma hasta la actualidad. Quizás la mayor revolución de la Guitarra se conoció con la llegada del Rock (sobre todo a partir de la década de los años 60s del siglo pasado), quedando separadas en acústica y eléctrica, aunque la primera puede disponer de amplificador electrónico, pero definitivamente, la acústica (modificada y clásica) sigue el estilo tradicional en su construcción y la eléctrica sigue otros principios en diseño, más ligados a la electrónica y prescindiendo de la caja de resonancia típica.

Curiosamente la aparición de la Guitarra Española fue una innovación técnica comparable a la que sufrió ésta con la eléctrica que os comentaba. Hasta finales del siglo XV sería la vihuela de mano el instrumento favorito en España, pero a principios del siglo XVI irrumpió de la mano de los “modernos” concertistas la precursora de la Guitarra. Según nos cuenta el historiador Ignacio Ramos Altamira, el “guitarrista” valenciano Luys de Milán (JátivaValencia, 1498?-1561), sería uno de los intérpretes virtuosos de la vihuela (instrumento que se mantuvo hasta el XVIII solamente por y para los aristócratas), terminando su trayectoria musical el valenciano tocando ya una de las primeras guitarras propiamente dichas, además del laúd y otros instrumentos de cuerda, aunque es de la vihuela donde nos deja sus ensayos y recomendaciones que pasaron a la posteridad.

Según las referencias escritas, la Guitarra Española surge en los tiempos del Descubrimiento de América, y es este instrumento el que viaja desde entonces con los barcos, el que ameniza las travesías y también llenan de melancolía y amor a las personas que se dejan atrás, a la Patria Querida. También en el primer tercio del siglo XVI la Guitarra llega a Asia, introduciéndose por Filipinas y hasta el Continente Asiático por las colonias portuguesas. La afición por este instrumento es mucho mayor en América que en Asia y África, más reacios a cambiar sus instrumentos de cuerda autóctonos.

El primer Gran Maestro de la Guitarra Española conocido fue Joan Carles i Amat, médico, escritor y músico catalán, nos dejó el primer Tratado de Guitarra Española (castellana y “catalana” de cinco órdenes), editado en Barcelona en 1596. Porque en esos primeros tiempos, la guitarra tenía sólo 5 cuerdas (la mayoría de veces 4). Dicho tratado sería de imprescindible seguimiento para los aprendices hasta bien entrado el siglo XVIII. También en este tiempo a finales del XVI se pone de moda el instrumento y una forma rasgueada de tocarla, probablemente inicia el Flamenco. De esa primitiva guitarra española, Gaspar Sanz, compositor, guitarrista y organista aragonés (Teruel, 1640-1710) conocemos un amplio repertorio de tratados y composiciones sobre la Guitarra Barroca. Este músico resulta tan relevante que hasta el día de hoy se considera “crucial” para el desarrollo de la Guitarra Clásica y de las técnicas para tocarla.

Durante el siglo XVIII la guitarra será más parecida a la actual. Hasta el mítico Antonio Stradivarius construyó algunas piezas. De las cuatro cuerdas se pasó a un instrumento con un diseño de mayor tamaño, así con una más profunda oquedad para la resonancia y a disponer de 6 órdenes o cuerdas. Se atribuye a Jacob Otto de Jena dicha adición de la cuerda, pero otras opiniones dicen que ya en Italia se usaron antes que dicho personaje. En España se piensa que el Padre Feijoo (Orense, 1676-1764), a mediados del XVIII, sería el introductor de dicha sexta cuerda. Aparecen ya grandes intérpretes en Francia e Italia. A finales de este siglo, uno de los más reputados maestros sería el Padre Basilio, a quien también se le atribuye la incorporación de una sexta cuerda por primera vez. aunque lo dudo pues su trayectoria musical se produce a finales del XVIII y principios del XIX. El compositor italiano Bocherinni compuso obras expresamente para él, hecho que nos da cuenta del prestigio alcanzado en toda Europa.

Se considera como precursor del rasgueado y del flamenco a Francisco Trinidad Huerta y Caturla, nacido en Orihuela (Alicante) en el año 1803 y fallecido en París 72 años más tarde. Se le atribuye la composición del Himno de Riego. Fue amigo de Rossini y Paganini, y entre sus más fervientes admiradores se contaba a Víctor Hugo. Pero con el siglo XIX el número de virtuosos de la Guitarra y con ya los estilos Clásico, Flamenco y Popular (tuna, pasodoble, boleros, habaneras, fandangos, etc) bien definidos, me veo en la obligación de saltármelos para no extenderme y llegar a la figura contemporánea más importante, el castellonense Francisco Tárrega Eixea, (Villarreal, 1852-1909), cuyos conciertos y Escuela de Guitarristas se hacen imprescindibles para entender la evolución de la Guitarra Española, componiendo piezas acordes al Romanticismo de la época y que situaban dicho instrumento a un nivel universal (asequible a todos los oídos y sin distinciones sociales).

Se puede decir que con este Autor, se inicia la “época Pop”. A pesar de fallecer en 1909 a la edad temprana de 57 años, se pudieron grabar algunas interpretaciones en formato “la voz de su amo”, placas que nos parecen primitivas y audio difícil, pero de incalculable valor para la Historia de la Música (“Recuerdos de la Alhambra” o “Caprichos árabes” son sus obras más reconocidas). Arregló para este instrumento piezas de autores clásicos como Beethoven o Bach, demostrando que “cualquiera” puede tocar a la guitarra piezas complejas que hasta entonces sólo se escuchaban en los caros teatros de la época. Fue el creador de la técnica de la guitarra clásica para el siglo XX, aumentando además su interés como instrumento de recital para el deleite del público en general.

Para el estilo flamenco, la figura del guitarrista madrileño Ramón Montoya Salazar (Madrid, 1879-1949), junto al navarro Agustín Castellón Campos («Sabicas» de Pamplona, 1912-1990), sentarían las bases desde principios del siglo XX, convirtiéndolo en un fenómeno musical de carácter universal.

Sólo para la figura de Tárrega necesitaría un volumen, así que me perdonen los demás guitarristas de la época por no comentar nada de ellos, ni de los mismos discípulos, muchos grandes maestros y virtuosos, ya que debo saltar hasta Andrés Segovia, el siguiente genio de la Guitarra Española que revolucionó la técnica y la construcción creando el diseño último de nuestra guitarra, reinventándola y dándole un sentido más amplio. Su primer concierto, con 14 años de edad, fue precisamente interpretando al Maestro Tárrega (entre otros autores) en la ciudad de Granada, allá por el año 1907.

Andrés Segovia (1893-1987), nacido en Linares, Jaén, se inició en la Guitarra casi con seguridad al estilo flamenco, pero de muy temprano le atrajo el Clásico. Como concertista obtuvo éxito por su virtuosismo, así que se trasladó a Madrid, no solo en busca de fama y prestigio, sino a profundizar en sus conocimientos y llevar a cabo proyectos innovadores. Tomó contacto con Ramón Ramírez, el constructor de guitarras, del cual surgiría una colaboración que desembocaría en un nuevo diseño y acústica para la Guitarra Española. Mejoró la amplificación natural del instrumento. Aumentó la calidad de la madera y aplicó la cuerda de nailon. En la década de los años 20s ya realizaba giras por todo el mundo con la nueva guitarra construida por su amigo entre 1912-1916 y que se puede ver en el museo Metropolitano de Arte.

A uno de sus discípulos, José Luis González Juliá (1932-1998) de Alcoy (Alicante), tuve la suerte de conocerlo, aunque yo era muy pequeño (vivía cerca del Conservatorio de dicha ciudad), otro virtuoso del instrumento. También estudió con el Maestro “Panxa Verda”, otro gran guitarrista de la época.

José Luis fue guitarrista de la compañía de Imperio Argentina por sus giras. En los años 60s, siendo ya discípulo del maestro Segovia, se traslada a Australia donde obtiene un éxito sin precedentes para un guitarrista, publicando 4 Lps. Le encargaron las pruebas de sonido de la sala de cámara del Gran Teatro de la Ópera de Sídney. La presencia del guitarrista José Tomás (1934-2001) en Alicante y José Luis González en Alcoy, pone a la provincia de Alicante como Gran Escuela Internacional de Guitarra Española en el mundo, siendo la referente y cuyos alumnos, venidos hasta de Japón, son ahora los grandes concertistas del momento.

Otro gran guitarrista de carácter internacional por su virtuosismo, sería el gran Narciso Yepes (1927-1997), murciano nacido en la ciudad de Lorca. Desde niño le atrajo el instrumento musical, siendo todo un maestro ya en su juventud. Equipado con guitarras de hasta 12 cuerdas dobles, deleitaba en conciertos en solitario o acompañando a las grandes orquestas de la época.

Quizás ahora, tras este repaso histórico de grandes compositores y virtuosos de nuestro instrumento por antonomasia, ya debemos dejar de lado el tópico que dice que se debe ser andaluz para “tocar la guitarra”, pues de todos los genios, solamente Andrés Segovia lo fue, y ni siquiera los precursores del flamenco moderno nacieron en esas tierras. El boom de buenos guitarristas andaluces surgieron a partir de los años 60s principalmente, siempre en dicho estilo flamenco, destacando a Paco de Lucía (Algeciras 1947-2014), considerado en su momento como el “mejor del mundo” incluyendo los “guitarras eléctricos”, como Carlos Santana y Eric Clapton. Desde el siglo XV al menos, será el Levante Español y en concreto el Antiguo Reino de Valencia donde se cultiva con mayor genialidad el arte de la Guitarra, en sus tres provincias, conociendo grandes constructores del instrumento, compositores y los más grandes intérpretes hasta la actualidad, destacando quizás a Francisco Tárrega como el “Padre de la Guitarra Española Moderna”.

Desde el diseño de Antonio Torres Jurado, que en 1850 crea la guitarra más parecida a la actual, La Guitarra Española sufre en América las más significativas modificaciones, que llevó en Estados Unidos y de la mano de Leo Fender, en 1950, a construir la primera guitarra eléctrica con éxito comercial, basándose en prototipos que surgieron a partir de 1939 con fundamentos a su vez de la “guitarra criolla”, una evolución de la española. En México, por ejemplo, fueron surgiendo buenos intérpretes y compositores de Guitarra desde finales del siglo XVIII, y es el país donde más tipos y tamaños de Guitarra surgieron, destacando el Guitarrón, precursor del bajo eléctrico moderno, y que surgió en el siglo XIX.

 

Sin la Guitarra la Historia de la Música no sería la misma. Desde hace más de dos siglos se convierte en el instrumento de trovadores y de la música popular, que por fin accede de “forma barata” a los repertorios sólo reservados entonces a los grandes teatros y grandes fortunas. La Guitarra es Folk y es Pop. No quisiera terminar sin incluir dos referencias históricas que elevaron el sonido de la Guitarra hasta el infinito, dos genios que, dentro de sus estilos y de sus tipos de guitarra (aunque todos suelen componer con la clásica), han alcanzado el título de leyenda.

Leyenda de Isaac Albeniz por Andrés Segovia

El gran Jimmy Hendrix

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