Damos la vuelta completa al mundo partiendo desde Filipinas (el post anterior), como Elcano, pero la ruta nos devuelve esta vez al Mediterráneo, aprovechando el moderno Canal de Suez, para buscar más grandiosas catedrales españolas, esta vez en Malta y Sicilia.

Si hacemos Historia, desde finales del siglo XIII hasta mediados del XIX, los españoles tuvieron una presencia protagonista en este Mare Nostrum, primero con las conquistas de la Corona de Aragón y luego de su permanente presencia con las herencias de reyes y nobles españoles de distintas estirpes.

Los aragoneses y navarros, gente de interior, dejaron a los territorios con litoral: Los Condados Catalanes y después también a los reinos de Valencia y Mallorca (Baleares), la misión de la defensa y expansión marítima oriental. Por política de guerra y/o económica, fueron anexionando territorios para dominar y defenderse de los imperios orientales, mucho más ricos y poderosos que los occidentales en la época antigua. Las ocupaciones se siguieron con las construcciones de grandes fortalezas y edificios militares, religiosos y civiles. La mayor parte de las veces existieron alianzas con las repúblicas diseminadas por la vieja Itálica: Génova, Florencia y Venecia principalmente, siendo éstas las más poderosas, equilibrando las aspiraciones de las coronas francesas y castellanas, que pugnaban por el predominio europeo y ambicionaban anexionarse dichos territorios transalpinos. La sabida unión definitiva de Castilla con Aragón encumbraría a la que sería primera potencia mundial de la era Moderna.

Ya hemos visto que en el Norte de África la fundación de ciudades completas y numerosos edificios religiosos, fueron transformados o destruidos tras la independencia de Marruecos y Argelia de franceses y españoles sobre 1956, teniendo ahora gran dificultad por reconocerlos. De 700.000 cristianos censados en Marruecos en dicho año, hoy en día apenas alcanza a unos 20.000. Algo similar ocurrió en Argelia y Túnez. Pero existen construcciones españolas (musulmanas y luego cristianas) datados desde el siglo IX  al menos por todo el Norte de África. En la orilla opuesta, con grandes islas situadas en lugares estratégicos, será donde os mostraré los restos hispánicos conservados tras más de cuatro siglos de presencia aragonesa y española.

La República de Malta consta de dos islas con una superficie total de 316 km2. Es la isla mayor la que da nombre al estado, y donde se concentran la mayor parte de sus 476.000 habitantes. Situada al sur de la isla de Sicilia, la tradición cristiana la sitúa en uno de los lugares sagrados tras la creencia en el desembarco de Pablo de Tarsos en lo que hoy se conoce como la Bahía de San Pablo, por el año 60. Por la isla pasaron fenicios, romanos, bizantinos, árabes y normandos, hasta que en el año 1282 los aragoneses la anexionaron a su Corona. Se construyeron aldeas por los distintos colectivos que acompañaron a los caballeros de las órdenes religioso-militares. De hecho, la propia capital La Valeta toma físicamente su aspecto actual de estilo “Renacentista” principalmente por la arquitectura de dicho periodo, tras la victoria en la Batalla de Lepanto de 1571. La Orden de Malta (anteriormente llamados Hospitalarios), defendió la isla desde 1530 por disposición Real del Emperador Carlos I. La presencia de la orden terminó con la dominación francesa tras la toma del archipiélago en 1798.

Así encontramos la espectacular Concatedral de Malta (297), dedicada a San Juan Bautista. Se construyó al estilo Barroco entre 1572 y 1578. Está declarada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO junto al casco antiguo de La Valeta y otros restos. Contrasta su aspecto sobrio de su fachada con el rico artesonado y decoración interior. Mide 65 mts de largo por 40 mts de ancho.

De su interior se han escrito miles de páginas sobre su arte decorativo, teniéndose como una de las joyas del Barroco universal. Cabe destacar incluso obras de Caravaggio, con un San Juan Bautista decapitado en el único lienzo conocido que firmó el Autor en 1608.

Cada nacionalidad de los caballeros contaba con una iglesia o capilla, y en el caso de la aragonesa, está dedicada a la Virgen del Pilar. En la Concatedral de San Juan de La Valeta hay ocho capillas, una por cada una de las lenguas de la orden. En el caso de la lengua aragonesa, la capilla está dedicada a San Jorge, con un gran cuadro del patrón de Aragón como protagonista.

La Catedral de San Pablo (298) se erigió en el siglo XII al estilo Románico y en el periodo aragonés fue ampliada y embellecida, hasta que el terremoto de 1693 la dañó gravemente. Fue reconstruida al estilo Barroco y abierta al público de nuevo en 1702. Se conservan elementos de los siglos XV-XVI y ornamentos de épocas incluso anteriores. La cúpula se considera la obra maestra del arquitecto Lorenzo Gafa. Posee una pila bautismal y portal talladas con madera irlandesa.

La Iglesia de Nuestra Señora de Sarriá (299) se encuentra en el barrio de Balzunetta, en la localidad de Floriana, situada a las afueras de la capital. Dicho barrio fue construido por los catalanes que se asentaron tras la dominación aragonesa. La Capilla primitiva se construyó bajo los auspicios del caballero navarro Martín de Sarriá en 1585. Se convirtió en iglesia a finales del XVII, tras los trabajos del arquitecto Gafa, siguiendo los planos del pintor Matías Pretti. Se dedicó a la Inmaculada Concepción.

El Santuario de Nuestra Señora de Mellieha (300) fue construido en el siglo XVI al estilo Bizantino. Se venera a la Virgen María y se tiene un fresco del siglo XII, que se creía pintado por el mismo evangelista San Lucas, como el centro espiritual y de peregrinación de la Isla.

Para finalizar en Malta, dos construcciones civiles de gran valor arquitectónico e histórico, como son el Albergue de los Aragoneses (301), construido en 1571 para las lenguas aragonesas y la navarra.

Y el Albergue de Castilla (302), construido en 1570 para las lenguas castellana, leonesa y portuguesa pertenecientes a la Orden de San Juan. El edificio fue remodelado al estilo Barroco en 1740 en su estado actual y está considerado el “mejor edificio de Malta”, albergando actualmente la sede del Primer Ministro.

Navegando hacia el norte de Malta encontraremos la también isla de Sicilia, de un tamaño mucho mayor, con una superficie de casi 26.000 kms cuadrados y una población de 5 millones de habitantes. El dominio aragonés de la isla comenzó con Pedro III (El Grande) también sobre el año 1282, formando parte del Reino de Nápoles según qué monarca estuviese en el Trono, terminando en 1860 con la derrota de los Borbones a manos de Garibaldi comandando la Unificación de Italia. Nada más llegar a su capital, podemos contemplar el arte Mudéjar Aragonés de la Catedral de Palermo (303), comenzada como iglesia bizantina en 1185, ampliada y embellecida en los siglos posteriores. Tiene influencias románico-góticas normandas, pero sobre todo destaca su arquitectura oriental y sus elementos y ornamentos mudéjares añadidos por los aragoneses, como su portada de tres arcos.

Está declarada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Su planta forma una cruz latina. Posee tres naves divididas por columnas y bellas capillas decoradas con piedras preciosas y lapislázuli. Una de ellas alberga a la imagen de la patrona de Sicilia, Santa Rosalía.

La Catedral de Catania (304) también tiene un origen normando, construida inicialmente a finales del XI. Pero su existencia está muy ligada al cercano volcán del Etna y ha sufrido a lo largo de los siglos numerosos desastres. Es otro Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, que presenta los estilos arquitectónicos de sus numerosas intervenciones, desde el estilo Románico, Bizantino, Árabe-Mudéjar para mostrar al fin un imponente Barroco para su última reconstrucción tras el gran terremoto de 1693.

Su cúpula se añadió en el año 1802. Muestra de sus estilos variados, se hace visible al contemplar los ábsides normandos que datan del año 1094. En su interior se conservaron otros, los pocos que se salvaron de las sacudidas del Etna. Está dedicada a Santa Águeda de Catania.

La Catedral de Módica (305) es un templo que también ha tenido que resistir las sacudidas de numerosos terremotos. Construida inicialmente al estilo Normando, apenas queda nada de la original. Fue reconstruida al estilo Barroco durante el siglo XVII, pero tras el nuevo seísmo de 1693, se tuvo que emprender de nuevo otra reconstrucción. Para facilitar la empresa, Felipe IV renunció a los impuestos anuales que debía pagar el condado a la Corona Española. Se completaron las obras en 1738. Se puede decir que la catedral en su totalidad quedó concluida en 1842, tras diversos parones en las obras de coronación del tercer orden y colocación de la aguja de la cruz. Está declarada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 2002. Está dedicada a San Jorge.

La Catedral de Caltanissetta (306) se construyó al estilo Barroco entre 1570 y 1622 para sustituir al antiguo templo del siglo XI. Se puede observar perfectamente la arquitectura típica de los inicios del Barroco Hispano y que se contempla en numerosas regiones de otros continentes. Está dedicada a la Virgen María y posee frescos y pinturas del siglo XVIII atribuidos al pintor flamenco Guglielmo Borremans, en nave, bóveda y retablo mayor.

La Catedral de Acireale (307) también está dedicada a la Virgen María. Se construyó al estilo Barroco en 1618, aunque tuvo ampliaciones y embellecimientos en siglos posteriores. Soportó grandes terremotos, incluido el de 1693, por lo que conserva todos sus elementos originales. Está declarada como Bien Cultural de Italia.

La Catedral de Ragusa (308) se inició en abril de 1694 y se daba la primera misa en agosto del mismo año, una construcción que duró menos de cinco meses. Está dedicada a San Juan Bautista y muestra un estilo Barroco típico de una sola torre-campanario.

La Catedral de Siracusa (309) es quizás la de mayor valor arqueológico de toda Italia. “engulle” parte de lo que fue un templo dórico del siglo V a. de C. de esta antigua capital siciliana. Sus tres estatuas y volutas de la fachada dan cuenta de que el Barroco español se sofistica con el incipiente Rococó, sin recargar demasiado su portada. Conserva la estructura de un primer edificio construido entre 1552 y 1618, aunque su aspecto actual se debe a la reconstrucción llevada a cabo entre 1728 y 1755. Está declarada como Bien Cultural de Italia.

Del mismo modo que en Malta, existen numerosos edificios con una clara influencia arquitectónica de su largo periplo aragonés y español. También hay gran cantidad de iglesias, desde grandiosas basílicas hasta humildes capillas y ermitas diseminadas por la isla. Voy a compartiros algunas, pero teniendo en cuenta de que me dejo en el tintero varias docenas de construcciones de valor. De la tradición aragonesa podemos descubrir la Basílica de la Colegiata de Catania (310), concluida en 1768, sustituye a la iglesia destruida por el terremoto de 1693. Dicha iglesia desaparecida era la favorita de los aragoneses y conserva el título de Regia Cappella otorgada en el año 1396. Está dedicada a la Virgen María y se declaró como Bien Cultural de Italia. Su fachada principal es de un agresivo Barroco Siciliano de lo más espectacular.

La Iglesia de San Francisco Javier de Palermo (311) fue construida por los jesuitas desde 1680 hasta 1710 al estilo Barroco, formando parte de la Casa de los Jesuitas iniciada en 1633. Bien vale despedir el post con este ilustre santo español de Navarra, ya que protagonizará varios post después del repaso por Italia, por sus viajes evangelizadores, pero también constructores por el subcontinente indio y zonas del Extremo Oriente.

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