Bolivia y Paraguay son los dos únicos países que carecen de salida natural al mar en el continente sudamericano. Se encuentran ubicados entre Brasil y Argentina, cortándoles dicha salida Perú y Chile. La superficie de Bolivia abarca casi los 1.1 millón de Km2 y su vecina Paraguay casi los 407 mil Km2. Entre ambos países triplican la superficie del territorio nacional español y estuvieron configurados en el Virreinato del Perú hasta la fundación de la Gobernación de las Charcas y luego del Río de la Plata, pasando la ciudad de Plata (la actual Sucre) a ser la Capital de toda una amplia zona que incluía áreas extensas de Brasil y Argentina también. En dicho periodo se construyeron  numerosas y grandiosas catedrales españolas.

Bolivia

La Catedral de Concepción (224), que forma parte del Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1990, resulta un claro ejemplo del vastísimo y espectacular patrimonio constructivo que llevaron a cabo las misiones jesuíticas en la entonces zona llamada de Chiquitos desde el siglo XVI hasta mediados del siglo XVIII (fueron expulsados los jesuítas en 1767). El estilo arquitectónico también resulta único, fusionando el estilo Colonial (sobre todo el Barroco) con los indígenas, resultando una forma identificativa propia y que sería exportada a otros continentes por los misioneros, sobre todo a las islas del Pacífico y Asia.

Esta catedral está dedicada a la Inmaculada y su torre campanario de 20 m de altura, separada de la nave, destaca por su novedoso diseño, pues carece de muros, sosteniéndose por cuatro columnas talladas en madera. Los materiales originales fueron el barro, madera y otros elementos vegetales muy perecederos, así que se ha mantenido y rehabilitado en numerosas ocasiones desde su finalización en 1756.

La Catedral Metropolitana de Sucre (225) es una de las más antiguas de Sudamérica, pues se inició en el año 1551. Está dedicada a Nuestra Señora de Guadalupe y muestra un estilo arquitectónico Barroco con elementos renacentistas, debido principalmente a su largo periodo constructivo, ya que no se finalizó hasta mediados del siglo XVII, más algunas reconstrucciones que se realizaron durante el siglo siguiente. Posee la más importante colección de arte sacro de Bolivia que abarca un amplio periodo desde el siglo XVI al XIX. Se puede visitar su Museo para contemplar sus obras más representativas.

En los estilos Barroco y Neoclásico se construyó sobre el solar de la anterior, la Catedral de la Villa Imperial de Potosí (226) en 1808 y concluyéndose ya como boliviana en 1836. Así que se trata de uno de los últimos grandes edificios construidos en el periodo español de Bolivia. Está dedicada a Nuestra Señora de la Paz y parte del complejo está dedicado a museo, donde se guardan objetos y reliquias de gran valor material y espiritual. Como curiosidad, además de sepulturas de numerosos hombres ilustres, se custodia la tumba de un Médici, familia poderosa y de las más ricas durante el siglo XVI y parte del XVII, época también del esplendor de esta histórica Villa Imperial.

Otro ejemplo de la arquitectura ordenada por los jesuitas durante el XVIII es la Catedral de San Ignacio de Velasco (227). Se erigió en el año 1748 y concluyo en 1761. A pesar de los esfuerzos por mantenerla en buen estado, sufrió un grave incendio en 1948, por lo que tuvo que ser reconstruida en gran parte hace poco más de dos décadas. Se han respetado los diseños originales.

La Catedral Metropolitana de Cochabamba (228) está dedicada a San Sebastián y a la Virgen María. Se construyó a un estilo Ecléctico desde 1701 a 1735. Destaca su arcada moderna (añadida dos siglos después para configurar la plaza), sostenida por columnas corintias, dándole un aspecto monumental y único al complejo.

En la misma Cochabamba existen templos que se construyeron en tiempos coloniales y de gran mérito arquitectónico e histórico. Un ejemplo es el Templo del Hospicio (229), concluido a mediados del siglo XIX de la remodelación de un edificio del siglo XVI.

El templo de la Compañía de Jesús de Cochabamba (230) se concluyó al estilo Barroco en 1745. A finales del XIX y sobre todo a mediados del XX (por Jordi Bonet Armengol) se intervino de forma importante para darle el aspecto Neogótico actual.

La iglesia de San Juan de Dios de Cochabamba (231) también tiene su origen en un templo del siglo XVI al más puro estilo Colonial. Consta el año 1574 en su placa conmemorativa, pero se conoce una remodelación profunda durante el siglo XIX pues funcionó como hospital hasta dicha década, cuando se convirtió de nuevo y definitivamente en parroquia.

Aparte de una docena de templos de las misiones jesuíticas (reducciones) que quedan en pie y están declaradas como Patrimonio de la Humanidad, las primeras ciudades y poblaciones fundadas por los españoles en Bolivia conservan todas algo de Patrimonio. Cabe destacar la que se considera más antigua de Bolivia que se conserva desde su finalización en 1608, la Iglesia de Curahuara de Carangas (232). Destaca su gran torre y su estilo Renacentista y está declarada como Monumento Nacional.

Por último destacamos la Basílica de San Francisco de Charcas (233), levantada en el casco histórico de Sucre desde 1539 hasta 1580 al estilo Barroco Colonial. Los franciscanos la erigieron formando parte de su complejo conventual. Este monumento protagonizó el primer levantamiento contra los españoles (mejor decir contra las autoridades oficiales, ya que españoles eran todos) en el año 1809, conservándose la Campana de la Libertad en su torre, que sonó para convocar a la población. Las nuevas autoridades convirtieron la iglesia en caballerizas y dieron distintas funciones hasta que recuperó de nuevo su estatus de templo católico en 1868.

Paraguay

En Paraguay encontramos también reducciones jesuíticas que están declaradas como Patrimonio de la Humanidad. Aunque los franciscanos también ordenaron construir templos del mismo estilo, como la Iglesia de San Buenaventura de Yaguarón (234), que data de 1772 y sorprende su artesonado interior de estilo Mudéjar bellísimo.

A destacar una basílica como es la Catedral de Nuestra Señora de los Milagros de Caacupé (235), de estilo Bizantino, se consagró en 1765 a la Virgen de Caacupé. El aspecto actual lo fue adquiriendo tras numerosas ampliaciones y reformas, embellecida especialmente con las visitas de dos papas.

La Catedral de Santa Clara de Villarrica (236) inició su singladura a finales del siglo XVII por orden de los franciscanos. De aquella modesta estructura se fue ampliando y embelleciendo durante la siguiente centuria hasta encontrarnos con su aspecto actual que se configuró durante el siglo XIX, hasta concluirse en 1891. Conserva numerosos elementos del XVIII. El patrimonio histórico de Paraguay conserva numerosos ejemplos de su pasado español, pero he tenido muchas dificultades a la hora de encontrar datos de los templos antiguos diseminados por el país. Por otro lado, también numerosos templos se edificaron de nueva planta sobre los solares que ocuparon los antiguos, sobre todo durante el siglo XX, sustituyendo las ruinas y restos que sobrepasaban los 300 años en muchos casos.

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