Al menos en mi entorno nadie quería ver una película de título cursi y de argumento tan ñoño como La La Land, pero resulta que a todos les ha gustado, así que no he tenido más remedio que verla para daros mi opinión aquí. También me ha sorprendido mucho que le otorgasen nada menos que 7 Globos de Oro, algo que me sorprende más que si ganara algún Oscar. Por cierto, recientemente esta película ha sido nominada nada menos que para 14 Oscar, récord sólo igualado por dos películas en la Historia de los Oscars, Eva al Desnudo (1959) y Titanic (1997).
El título que se ha puesto en España para su comercialización es La Ciudad de las Estrellas, aunque su título original suena tal cual La La Land, quizás pensando que aquí no sería demasiado “serio” y decidieron cambiarlo. De todos modos no conozco a nadie que haya utilizado la “caprichosa” traducción del título. Mi primera guía siempre es el índice IMDB y sobre casi 100.000 votantes, está valorada con un altísimo 8.7 de puntuación. Me ha sorprendido y me sigue sorprendiendo tan buena acogida porque, la verdad, no he detectado ningún detalle para que esta película sea elevada y considerada como “mito del Cine”. Por poner un ejemplo, Grease marcó época con su vestuario y estilo musical, apareciendo casi una generación de seguidores (fans) emulando el estilo de la película. Hasta los coches se decoraban al estilo “Grease” y se vendían “travoltas” en posición de baile que ha pasado a la Historia del Cine y de la Moda. En cambio, no he encontrado nada en absoluto que marque época en La La Land.
La película está muy bien dirigida por Damien Chazelle y los actores han interpretando correctamente. Se ha notado que Ryan Goslin ha estudiado durante horas los pasos de Fred Astaire, aunque quede años luz del gran maestro. Le daría una nota de 6 en su interpretación total aunque consiga el Oscar al Mejor Actor. Emma Stone, en cambio, creo que lleva todo el peso dramático de la película. Tiene un repertorio gestual muy natural de todo su cuerpo y un rostro muy expresivo. A mí al menos me ha convencido y le daría un 9. Habrá que esperar un año para ver su papel como Cruella de Vil, que seguro también lo bordará. La carga argumental de la película está tan centrada en sus dos protagonistas que apenas han dejado frases para el resto de actores. La aparición del galardonado actor J. K. Simmons se puede considerar de “Cameo”. Quizás no fue más que un pequeño gesto del Director por su anterior éxito de ambos por la película Whiplash (para mi mucho mejor que ésta en todos los aspectos).
Musicalmente no he hallado nada de particular, salvo la composición que se repite durante todo el metraje al piano. Creo que la idea argumental surgió para dar tributo un poco al Cine de Hollywood, con amplia referencia a Rebeldes Sin Causa y a la música Jazz, pero de algún modo acabó siendo un melodrama romántico (quizás vieron que con 30 millones de dólares no alcanzaba para un “verdadero” Musical). Con la impresionante acogida del público les ha sonado la flauta. He encontrado mucha relación con la serie Glee, mucho más interesante y entretenida en todos los aspectos. La verdad, nunca me esperaba que los Globos de Oro premiaran tan generosamente una película buena, pero no excelente. Veremos en la gala de los Oscars qué sucede. Como no quiero entrar en detalles, pues mucha gente todavía no la habrá visto, simplemente pregunto ¿Qué significa ese final? ¿Un tributo a las historias en espiral? ¿Qué clase de final es ese en una película super-romántica?
Por último, no sé si se pretendía dar un pequeño aviso político, o simplemente es paranoia mía, pero en la película se transmite un mensaje «entre líneas» queriendo demostrar que el Sueño Americano tiene un despertar bastante decepcionante; que es bueno perseguir con tesón tus metas, pero que pocas veces termina como uno desea, por eso, por esa «decadencia del sistema» transmitida, he estado varias veces a punto de dormirme en la butaca. Parece que en los Estados Unidos no están para mucha fiesta y eso me ha transmitido esta película tan exitosa. Lo más sencillo resulta siempre mejor.
Toni Ferrando.