San Cristóbal de la Laguna es una ciudad que se declaró en 1999 como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Se encuentra muy cerca de Santa Cruz de Tenerife, en las Islas Canarias, y tan cercanas que se consideran “ciudades gemelas”. Además residen en ellas 153.000 habitantes en la primera y 203.000 en la segunda, lo que las convierte en las mayores de la provincia, sólo superadas en habitantes de todo el Archipiélago por Las Palmas de Gran Canaria. Para conocer la Historia más remota y moderna de Las Canarias resulta de lo más recomendable visitar “La Laguna”, abreviatura con que se conoce habitualmente a esta bella e histórica ciudad.

La isla de Tenerife fue la última de Las Canarias en ser anexionada al territorio español. El proceso de conquistas sería muy largo. La primera isla en ser reconocida como “conquistada por europeos” sería Lanzarote, en el año 1312, pero las grandes islas resistirían los intentos de dominio más de un siglo y medio, aunque los nativos toleraron en distintos periodos algunos puestos comerciales y misiones para predicadores cristianos. En el año 1464 la Corona de Castilla intentó conquistar este último reducto de Tenerife, pero fracasó durante más de tres décadas, hasta la llegada de Alonso Fernández de Lugo, cuando en 1494, con 2000 soldados y 200 de caballería, desembarcara en la actual playa de Santa Cruz. Pero tampoco le resultó fácil reducir a los guanches a este conquistador castellano, ya que recibió una severa derrota en la Batalla de Acentejo, teniendo que huir con tan sólo un 20% de la tropa y sufrir la destrucción del fortín que construyó como primer asentamiento de dominio en la Isla.

A finales de ese mismo año de 1494 Alonso Fernández de Lugo reconstruyó el Fortín de Añazo y reunió una tropa más experimentada, apoyado esta vez también por comerciantes genoveses y nobles castellanos. Se dirigió a los Llanos de Aguere (La Laguna) y en una confrontación bélica abierta, derrotaría al caudillo Bencomo. Tras un año de guerrilas y saqueos guanches, las tropas castellanas sorprendieron a un gran número de guerrilleros en las inmediaciones donde se libró la primera batalla, lo que se convirtió en la Segunda Batalla de Acentejo, esta vez con suerte inversa y prácticamente se culminó la conquista de toda la Isla. Entre 1496 y 1497 se fundó la villa de San Cristóbal de la Laguna, con una urbanística improvisada y sin orden, de manera que pronto los llegados de otros lugares de la isla, comerciantes y cargos públicos que llegaban de fuera, edificaban las residencias a su antojo, convirtiendo el trazado de calles en un auténtico laberinto y sin ningún sentido. La laguna que daba nombre a la villa se desecó cuando el centro urbano se fue expandiendo, pero se llegó a un punto en que las autoridades y residentes reconocieron que la villa estaba resultando un lugar “insano” para vivir, y que debían buscar una solución antes de que las enfermedades causaran daños y “modorras”, como ocurrió con los guanches durante el periodo de conquista.

Así que se planificó una nueva villa en el centro del valle, la “villa de abajo”, esta vez con las nuevas directrices que el emperador Carlos dispuso para todas las ciudades y pueblos de sus dominios, donde una plaza ancha, abierta y cuadrangular, reuniera los edificios más importantes y que las calles se configuraran tras éstos en ángulos rectos (cuadrícula) “todo lo más posible”, dejando espacios para casas que disfrutaran de aireados patios interiores. En un corto espacio y tiempo, encontramos dos ejemplos de urbanística: el caótico y poco funcional estilo medieval de la “villa de arriba” y el nuevo construido durante los inicios del siglo XVI, que se convirtió en el ejemplo a seguir de todas las colonias españolas no amuralladas que se construirían en adelante.

De modo que en San Cristóbal de la Laguna encontramos un Centro Histórico único en el mundo y su conservación le ha llevado a su reconocimiento por la UNESCO. 627 edificios están protegidos como monumentos históricos y más de la mitad emulan el estilo mudéjar entre los siglos XVI y XVIII. Otro centenar de edificios datan del siglo XIX y 170 se construyeron a comienzos del XX. Os recomiendo que solicitéis en la Oficina de Turismo (calle Obispo Rey Redondo), cerca de la Plaza del Adelantado, un mapa/callejero para situaros y encontrar más fácilmente los más emblemáticos. La visita podéis comenzarla precisamente en esta plaza, donde se inició la “villa de abajo”, dominada por una fuente de mármol de Carrara instalada en 1870. Allí encontraremos edificios monumentales como el Ayuntamiento del siglo XVIII, la ermita de San Cristóbal del siglo XVI, la Iglesia de Santa Catalina erigida en 1611 y el Palacio Nava, construido en 1585.

La calle de San Agustín es el ejemplo viviente de aquellas épocas gloriosas y del ímpetu de sus gentes por construir una bella ciudad, que sería Capital de las Islas Canarias hasta el año 1833. Aquí encontramos también la que fue durante siglos, la única Universidad del archipiélago, con su sede instalada en lo que ahora es el Archivo Histórico. Por la zona encontraremos numerosos museos, así como edificios religiosos históricos de lo más interesantes: Palacio Episcopal, conventos e iglesias. Al final de dicha calle de San Agustín encontraremos el edificio más emblemático de la ciudad, la torre de la Iglesia de la Concepción, una de las primeras construcciones, comenzada muy a finales del siglo XV. Tampoco debemos olvidar la Catedral de estilo neoclásico, que fue muy renovada a principios del siglo XX.

La Laguna casi está unida espacialmente con Santa Cruz, así que no debemos descartar el disfrute de sus playas y de la belleza de esta ciudad “gemela”. Por el interior podemos visitar el Parque Natural del Teide, con unos paisajes de lo más espectaculares. La gastronomía del lugar merece también reconocimiento, comenzando por los vinos de la Isla, y platos sabrosos como las papas arrugadas, chicharro de pescado, vieja sancochada, sardinas o caballa. Para el dulce nos pueden preparar la torta fragollo con miel o un pastel de cabello de ángel. En fin, tampoco quiero contaros todo, pues siempre resulta más divertido y emocionante descubrir por ti mismo las maravillas de un lugar tan lejano pero a la vez tan próximo a nuestra cultura española, sin duda la más rica del Planeta en matices y sólo superada en Patrimonio de la Humanidad por otra cultura, la china, infinitamente mayor en espacio y en población, pero no en su importancia de contribuciones a la Era Moderna, donde España la supera y nos queda el ejemplo visible en esta maravillosa ciudad vieja de La Laguna.

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