La fresa es un fruto dulce y con una chispa de acidez que ya era muy consumida en tiempos del Antiguo Egipto. Desde siempre se ha tenido como un afrodisíaco natural y las mozas lo usaban para frotar sus labios para darles brillo y un leve tono rojizo. Así que no es una novedad que las fresas estén presentes en numerosas citas de enamorados. Desde muy antiguo, se servía un tarrito de miel o hidromiel y unas fresitas para las noches de bodas, costumbre que luego se alteró por vino dulce y desde hace unas décadas por cava, pues el vino espumoso, con sus alegres burbujas, despiertan los sentidos acentuando los frescos sabores agridulces de la fresa.
Pero existe otro ingrediente que también se ha considerado afrodisíaco, el cacao, que no empieza a consumirse en grandes cantidades en Occidente hasta finales del siglo XVIII. En España, aunque se consume desde el XVI, se comercializa sobre todo a partir de finales del XIX y tras la Segunda Guerra Mundial se hacen famosas las tabletas y los tarros de chocolate en crema en todo el mundo. Actualmente se considera como un “sucedáneo del sexo para las mujeres”, avalado por estudios psicosomáticos de distintas universidades, afirmación que no me parece suficientemente comprobada.
Una combinación que tiene mucho éxito desde hace unos años son las fresas bañadas en chocolate, nada menos que los dos ingredientes en un dulce mordisco de placer. Su preparación resulta bien sencilla, aunque si elegimos la opción de preparar el chocolate nosotros mismos, cuidado con la cocción, pues la forma correcta es al baño maría y con un cazo sumergido en un recipiente mayor con agua, tal y como os he compartido en el siguiente video, pues es su forma correcta de conseguir un suculento chocolate. Mezclando distintas purezas, podemos buscar incluso un chocolate exclusivo y nunca debemos echar agua ni leche, sino sólo las tabletas troceadas. Seguid las instrucciones tal cual veis en el vídeo.
Unas velitas, un regalito en la mesa, flores y un postre delicioso: fresas bañadas con chocolate y ¿por qué no? También unas copitas de cava para despertar los sentidos. ¡¡Feliz San Valentín a los enamorados!!
Toni Ferrando.