No dimiten los políticos
El día 14 de Diciembre del 2024, cuando se publicó el presente post, sería el último por un bloqueo a este sitio web por parte de su soporte wordpress.com. ¿Casualidad que se nos castigue tras la publicación de una crítica hacia los políticos? Me temo que si. No han hecho desaparecer el trabajo de los últimos 8 años porque quizás esperen que lo hagamos nosotros mismos desesperados por no poder seguir.
El equipo de qvo es apolítico, y nadie de nosotros está afiliado a partido político ni sindicato. Buscamos «verdades» científicas, históricas y opinamos sobre todos los temas de interés, amparándonos en la libertad de prensa y opinión, base fundamental de nuestro tiempo. No fomentamos la violencia, ni la pornografía, ni promovemos malos hábitos, pero wordpress.com, sin tener ningún derecho, ha bloqueado esta cuenta de cliente. Es como si hace un siglo la pluma estilográfica se rebelara contra el escritor y se negara a escribir. ¿Cómo pueden saltarse leyes como la de Propiedad Privada, Derechos de Autor y Ley de Protección de Datos, pues claramente han accedido al interior de nuestro sitio web?
wordpress.com no se dignó a responder por nuestro problema, a pesar de que somos clientes de pago, pero sí lo hizo su filial Automaticc, con un correo sin identificarse autor, dejó caer que nos acusaban de spam. En los últimos tiempos no sobrepasamos una media de 100 visitas diarias (según este soporte nos indica), de manera que de ser spam, que no lo somos, influimos muy poco en la sociedad.
En resumen, está visto que vivimos en un tiempo muy peligroso para la Democracia, donde una clase dirigente se ha decidido a bloquear toda aquella opinión que considere molesta a sus fines, sin importarle vulnerar los derechos de particulares y empresas. Sentimos no poder seguir publicando para nuestros pocos simpatizantes. Feliz Navidad y ¡Feliz Año Nuevo 2025!
Reflexiones: Por qué no dimiten los políticos españoles
Cuando escuché el nombre de Teresa Ribera y vinculación con los hechos trágicos del 29 de Octubre en Valencia, tuve que consultar quién era, y cuál el grado de responsabilidad con dicha tragedia, que costó la vida de al menos 230 seres humanos, porque reconozco que no sabía quién era, ni para qué servía este cargo público. Cuando supe que era la máxima responsable y que no había acudido a los lugares de la tragedia, porque se encontraba promocionándose en Bruselas, y que allí se quedó para gozar de un privilegio político mayor, me dieron arcadas y mareos, porque no podía digerir que una persona sea tan antipática y no sienta por sus paisanos un mínimo de apego y compasión.
Para “colocar” a esta Teresa Ribera, el Presidente Sánchez creó un cargo nuevo para ella. Se trata de “Vicepresidenta Cuarta del Gobierno de España”, cargo que ocupó desde principios de 2020 a mediados del 2021, durante la Pandemia. Pero vayamos más atrás, a sus comienzos. Su carrera dio con el “filón” cuando entró como funcionaria en el Cuerpo Superior de Administradores Civiles del Estado en 1995.
Su condición de mujer, abogada y jurista, con gran experiencia como funcionaria (en el arte de mandar para no hacer nada, muy importante en política), le brindó la oportunidad de destacar para el equipo de gobierno de Rodríguez Zapatero ya en 2005, como Directora de la Oficina Española del Cambio Climático hasta 2008. Este presidente la puso al frente de la Secretaría de Estado de Cambio Climático, un departamento que creó para ella desde 2008 al 2011, año en que se afilia al PSOE.
El perfil de esta señora sería impecable si se hubiera preocupado de reunir a verdaderos científicos y no a personas que todavía creen que el petróleo se formó por los dinosaurios. Yo mismo me eduqué en dicha creencia, hasta que nació en mí la costumbre de contrastar con lógica todo lo que se da por sentado. El sentido crítico y común es el que desmonta doctrinas y chiringuitos, así que no interesa y se tacha por negacionista a quien contradice el status qvo por absurdo. Si hubiese surgido por esta gentuza una verdadera voluntad por mejorar las emisiones nocivas a la atmósfera, habrían elegido una tecnología más asequible a todos los bolsillos. En cambio eligen siempre con vistas al negocio lucrativo para sí mismos. «Grande y Libre Hipocresía».
Bien consolidada en las fauces del PSOE, le tocó el turno a Pedro Sánchez, que la nombró Vicepresidenta Cuarta como dije antes. Luego pasó a Tercera. Este cargo de Vicepresidenta lo compaginó con el de Ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico de España, que lo ocupó desde 2018 hasta Noviembre del 2024. Este último cargo es el que le otorgaba poder para “mejorar el campo valenciano y prevenirlo de riadas cuando la gota fría”, pero destruyó miles de cultivos, engañando a los agricultores, y empeoró el estado de evacuación de las aguas, dejándolo en un estado peor que en los tiempos islámicos, cuando ya se luchaba eficientemente contra las riadas.
Esta señora, por sus altos cargos del Estado desempeñados desde el año 2005, es la persona mejor informada de España para los temas sobre el cambio climático y (según defiende su política ecológica) todo lo referente a sequías y gota fría, por consiguiente, sabedora de los problemas del Levante Español al respecto, y de cómo minimizar los riesgos en caso de emergencia climática. Además de ser la más informada, ostentaba, hasta Noviembre del 2024 (justo después de la DANA), todo el poder suficiente para procurar que la tragedia de Valencia hubiese sido mucho menor e incluso anecdótica. Pero no hizo absolutamente nada, y no dimitió al enterarse de los hechos, más bien “huyó”, con el rabo entre las piernas, hasta Bruselas, al refugio de su amiga Ursula von der Leyen.
Físicamente Teresa Ribera tiene 55 años de edad, cuando pensé que estaba ya en edad “prejubilatoria”. Quizás sus cargos de responsabilidad la han ido envejeciendo prematuramente. No la conozco y, después de cómo actuó con la desgracia de Valencia, como una criminal que se esconde tras su fechoría, sin dar nunca explicaciones ni transmitir un mínimo de pena y compasión por las víctimas, tampoco tengo ninguna gana de conocerla.
Inmediatamente después de esta inepta, se debe poner al mismo nivel al Presidente del Gobierno Sánchez que, tras 230 fallecidos y comprobarse que se podían haber salvado muchos, si se hubiese actuado con celeridad, todavía salió en los medios como en la Pandemia: ”No os vamos a dejar solos y que pidan lo que necesiten”, dijo a los tres días y, a día de hoy, tras un mes y medio, no ha enviado las ayudas que prometió, ni físicas ni económicas. Ni nunca las enviará. Este sujeto, exceptuando la visita a Paiporta para hacerse la foto (y que no le salió como esperaba, ¿o sí?), estuvo todo el mes y pico en el extranjero, regalando dinero a diestro y siniestro, mientras sus paisanos valencianos sufrían una de las catástrofes naturales más terribles de la Historia.
El comportamiento poco empático de Sánchez (quizás no tan extrema como la Ministra Teresa) da que pensar, y lo digo muy en serio, de si se hace necesario (lo vengo diciendo desde hace cuarenta años al menos) que los altos cargos públicos requieran de un test psicológico y poder detectar así perfiles psicópatas. Estos test deberían de ser obligados en todo el mundo, evitando así a personajes de acceso al poder peligrosos. Porque está claro que este señor muy bien no parece que esté. Pero, en serio, soy de los que piensan que podemos prescindir de la clase política y dirigentes religiosos en el mundo y punto, que ya va siendo hora, para cambiar la guerra por otro estado más pacífico de nuestra realidad.
En tercer lugar queda Mazón, el Presidente de la Generalitat. No es casualidad que las peores rachas de corrupción y desgracias (como la del metro de Valencia), ocurran con los gobiernos del PP valenciano. Este señor todavía no ha justificado dónde se encontraba cuando el tsunami/riada llegó a las puertas de la misma ciudad de Valencia. No se sabe qué hizo dicha tarde del 29 de octubre del 2024. Tampoco ha justificado de manera convincente por qué no contactó y contrató inmediatamente a todos los servicios de emergencias del mundo y dio marcha verde a los servicios de salvamento para comprobar si en las siguientes 24 horas se podía encontrar a alguien atrapado en su coche o en alguna rama de árbol. Confió en las pocas unidades que se encontraban en la zona siniestrada, que fueron escasas o nulas, a lo largo de 70 pueblos. Confió en la suerte. Mazón transmitió pesar y preocupación convincentemente, pero si hubiese pedido perdón y también hubiese dimitido por su incompetencia, por venirle grande la tragedia, todos habríamos comprendido mejor su reacción y empatía con su pueblo, algo que no ocurrió.
Estos tres «culpables», ante la negativa a dimitir, deberían ser investigados y juzgados por los tribunales de justicia e inhabilitarlos para cargos con responsabilidad de por vida si saliese sentencia sancionadora por responsabilidad. Si existiese criminalidad, que yo no entiendo si existió o no, también deben ser juzgados por lo penal. Pero todos vimos por los medios que a las 21:00 del 29 de Octubre se daban más de 72 fallecidos y los señores del Congreso de los Diputados siguieron a lo suyo, tal y como hicieron en la Pandemia y en el Volcán de la Palma. A la mañana siguiente siguieron a lo mismo: los señores diputados discutiendo para comprobar quién era más “rojo” o más “fascista”, como en 1934, con la misma empatía ante las tragedias que los tres sujetos de más arriba. Con la misma empatía que Alfonso XIII con el desastre de Annual. Les faltaba tiempo para “ocupar” el ente RTVE y multiplicarse por 11 el sueldo por los nuevos cargos, PSOE y sus amiguetes “progres” de la Izquierda Radical y de los colectivos independentistas. ¿Qué clase de televisión van a dirigir? Sin duda la que nos mostraron desde Valencia y siguen mostrando: una gran mentira. Estos diputados, todos, deben ser juzgados por omisión de socorro, pues conociendo el tamaño de la tragedia, ni caso, bueno, unos minutos de silencio por las víctimas creo que hubo.
Por último queda la figura del Rey, que consiguió “superar” la prueba de Paiporta y mostrarse al menos valiente ante una muchedumbre desamparada y que lo había perdido todo. ¿Pudo haber hecho más esta figura española? En mi pensamiento queda como “Jefe del Estado y las Fuerzas Armadas”, de manera que sí pudo haber hecho más, aunque Margarita Robles, la Ministra y la que está inmediatamente después en el escalafón, se supone que manda. En mi opinión, por estar al cargo de las unidades militares, estos dos personajes de la vida pública deberían ser también juzgados en los tribunales competentes y castigarlos si hubo negligencia u omisión de socorro. Sin duda, habría que añadir al Ministro Grande-Marlaska, por la responsabilidad que le toca. Ayuda no mandó, pero policías para dificultar las labores de los voluntarios y detener a los vecinos que protestaban en Paiporta contra Sánchez, si.
Estamos cansados de que sean “técnicos” y subalternos los que paguen por las negligencias de los mandamases. Ocurre desde que vimos la luz los seres humanos, pero si sirve de algo, aquí queda mi testimonio como valenciano de que la culpa de la tragedia es de la clase política, una clase que, con sus malas praxis y malos asesoramientos científicos, provocaron una tremenda riada que ocasionaron, hasta este momento, 230 muertos y daños por valor de 30.000 millones de euros en 70 poblaciones. Daños que ni siquiera quieren cubrir con un dinero que no es suyo ¿O sí es suyo? Lo que está claro es que omitieron y siguen omitiendo socorro. No tienen vergüenza. Seguramente la tragedia pase a la historia sin pena ni gloria, como todas las catástrofes. Como siempre, pasará sin que dimita ninguno de los culpables, pero aquí queda mi denuncia a los cuatro vientos y hasta que muera.
Si los medios cobran del Estado, no son medios, son propaganda. Si los bancos reciben ayudas del Estado, son bancos nacionalizados. si la Fiscalía del Estado y otras ramificaciones del poder judicial, lo controlan partidos políticos, no es Justicia, es manipulación y corrupción del Estado de Derecho. Si los sindicatos los controla y subvenciona el gobierno (como en Franco), dejan de ser sindicatos. Si se promete y no se cumple es mentir y engañar a la sociedad. El Estado Español, me consta según multitud de testigos, cobra el IVA desde el principio a los camioneros que llevan ayudas a Valencia. No es una broma, es un interminable sin vivir de terrorismo de estado ¿Dónde quedamos nosotros, los votantes, los engañados y, en el lugar de mis paisanos valencianos, los asesinados por malas políticas? ¿Sólo pagarán en los libros de Historia cuando hayan muerto, como Franco? ¿No vamos a hacer nada, no vamos por lo menos a destituir a alguien de toda esta calaña?
César Metonio