La película “La Pasión de Cristo” cumplió este 2024 las dos décadas desde su estreno, un estreno que llenó de titulares y polémica los medios e incluso hubo connatos de atentados en algunas salas de cine, llegando al desalojo, y algunas comunidades (como la judía) se sintieron muy «perjudicadas» por la perspectiva del Director y creador del film, Mel Gibson.
Gibson está ahora terminando de montar su secuela «Resurrección», aunque ya los expertos la mal llaman «La Pasión de Cristo 2», y tiene previsto su estreno para abril del próximo año 2025. Pero el guión, redactado por el propio Mel y Randall Wallace, resultó para dos largometrajes, así que se decidió el estreno de una primera parte y la segunda para más adelante, en un tiempo indeterminado.
A “Jesucristo”, James Caviezel, le entusiasmó tanto el proyecto, que produce la secuela junto a Mel, además de seguir con su papel protagonista. Para la Virgen María se cuenta con Maia Morgenstern, aunque unas de mis actrices favoritas, Monica Bellucci, lo hizo genial en la anterior. No hay una Virgen María más hermosa. Y para el Apóstol Pedro veremos a Francesco de Vito. El idioma sigue siendo el arameo, una labor titánica, pues obviamente hay muchos más diálogos que en la Pasión, tanto para la traducción como para la interpretación de los actores. El espacio temporal recorre los tres días desde la muerte tras la Crucifixión.
Está claro que los padres de Mel Gibson, Hutton y Anne, calaron profundo en sus convicciones católicas, y despertaron infinitas inquietudes, hasta producir, para mí, la mejor película que se ha rodado sobre Jesucristo. No lo digo yo, sería el propio Mel, en un documental producido hace un año, el que confesó “esa necesidad de transmitir el mensaje de Cristo, como mi padre me lo transmitió a mí”. Recuerdo que, tras la película Mad Max, que sirvió para el estrellato de Mel Gibson para toda la eternidad, todos creímos que era australiano, y de hecho ni siquiera lo negaba en las entrevistas, pero Mel nació en el estado de Nueva York, hace 68 años, en la pequeña localidad de Peekskill, aunque goza de la nacionalidad australiana e irlandesa, de donde es originaria su familia, y de donde heredaron ese fervor religioso. Así que todos esos rumores de que tuvo que “depurar” su marcado acento para adecuarse al cine de Hollywood, son puras mentiras. Viajó a Australia con casi 17 años de edad.
Por último, no me parece acertado catalogar “Resurrección” como una secuela, pues estamos hablando de un “capítulo bíblico completo” y que no está condicionado por otros elementos de la historia, ya que se trata del Fin, de la recompensa esperada, y se trata del “milagro con mayúsculas” del Cristianismo. Probablemente hasta se elija otro título para la película, pues todavía se debate sobre este particular. Desde luego no me la pienso perder. Ya me conformaría con la mitad de la calidad que ofreció la Pasión, pues recuerdo que la puntué con un 10, y creo que es la única vez que puntúo con un pleno a una película. He visto a militares curtidos, duros boxeadores y la gente menos sensible del mundo llorar con «La Pasión de Cristo», veremos qué nos transmite el siguiente episodio veinte años después.