Se ha estrenado la segunda temporada de la serie Harlots y, vistos los primeros capítulos, la productora parece que seguirá con el mismo estilo que la ha llevado al éxito: vestuarios espectaculares, inspirados en el siglo XVIII, bellas mujeres, diálogos siempre picantes y muchas veces groseros, emoción y dramatismo. Para completar el elenco de actrices, esta vez se cuenta con Liv Tyler, en un papel de alta aristócrata que seguro atraerá mucho interés, pues dará un giro inesperado a la historia de Harlots y que no quiero desvelar para que los espectadores se sorprendan. En el primer capítulo he notado que se ha recuperado para nuestro idioma una palabra en desuso y que era muy utilizada durante el Siglo de Oro de la Literatura Castellana, se trata de la palabra “folgar”, utilizada en vez de “joder” o “follar”, palabras más actuales, una licencia literaria que pretende situarnos en el pasado, aunque los diálogos no estén a la altura literaria que justifique dicha recuperación y su reiteración resulta bastante chocante. ¿Pretenden los dobladores de la Serie ponerla de moda otra vez?
Las alcahuetas Margaret Wells y Lydia Quigley soportarán el peso más dramático también en esta segunda temporada. Su enfrentamiento dialéctico traspasa el espacio y el tiempo por una enemistad irreconciliable. La primera, interpretada por la actriz Samantha Morton, lleva su negocio con gran dedicación, pues sabemos que prostituye a sus propias hijas, intentando un respeto social que nunca obtendrá. La segunda y personaje más antipático, conducido por la actriz Lesley Manville, es capaz de lo más horrible para conseguir sus fines políticos y riquezas, pero todo lo envuelve en un halo de sofisticación que despierta la envidia de propios y extraños. Ambas explotan el “secreto” del oficio más antiguo del mundo y, cada una a su manera, dominarán dependiendo de la “oferta y la demanda” y qué clientes poderosos caerán bajo sus influencias. Lo positivo de la serie es que no se juzga la práctica de la Prostitución, sino que simplemente se muestra, como en un escaparate, la realidad histórica.
Bajo el mando de las “Madams” circulan y circularán numerosos personajes femeninos y algunos masculinos. Las hijas Wells siguen un papel importante también en la segunda temporada. Las bellas actrices Jessica Brown Findlay y Eloise Smyth encarnan a dichos personajes, cada una con una personalidad definida, aunque sorprendentes tras los giros que se suceden en la trama. Seguirán participando en los 16 episodios que ya se han rodado, las actrices Dorothy Atkinson, Kate Fleetwood, Holly Dempsey, Bronwyn James, Jordons Stevens, Rosalind Eleazar y Ellie Heydon. El hijo de Quigley lo interpreta el actor Douggie McMeekin, por ahora una de las mejores interpretaciones de la Serie.
Además de Liv Tyler, aparecerán algunos actores nuevos, como Fancesca Mills, Alexa Davies, Poppy Corby-Tuech, Nicola Coughian, Sebastian Armesto (será el nuevo Juez), Rory Fleck, Edward Hogg, etc. Se tienen previstas 3 temporadas que las constituirán 24 episodios dirigidos por Moira Buffini y Allison Newman, para una co-producción (a partir de la segunda temporada) estadounidense-británica de las compañías Monumental Picture, ITV y la Independent Television. El índice IMDB valora la Serie con un 7.7 sobre casi 4k votantes, una puntuación alta y que nos cuenta el grado de satisfacción de los espectadores y la buena realización.
En España se distribuye a través del canal COSMO (Cosmopolitan TV). El argumento es “arriesgado” y me parece muy bien expuesto al público, bastante realista. Confieso que vi los primeros capítulos de la primera temporada y no pensé que me interesara el tema, pero la he seguido y la encuentro de lo más interesante, demostrando que existen muchos aspectos sociales que nunca se tienen en cuenta abiertamente y que, en numerosas ocasiones, determinan hechos históricos a los que no se encuentra una lógica o razón convencional. Os recomiendo que no empecéis la segunda temporada sin haber visto antes la primera.
